-Es la capacidad milagrosa, que nos produce el privilegio de poder rediseñarnos y obtener una vida plena de logros y superación-
Por: Dr. Sergio Arroyo
La plasticidad cerebral fue descubierta y comprobada hace más de diez años, a partir de un estudio en Londres, por Eleonor Maguire, al estudiar a setenta y nueve candidatos a taxistas, cuando iniciaron su preparación para su examen.
El estudio consistió en un inicio en estudiar sus cerebros y ninguno de ellos tenía alguna diferencia en su hipocampo, –lugar donde se encuentra la memoria a largo plazo y la ubicación virtual-. Pasados cuatro años, en que los aspirantes estudiaron las calles de la Ciudad de Londres, Maguire volvió a revisar los cerebros de los que aprobaron el examen y de los que no lo consiguieron. Los treinta y nueve que pasaron la prueba, fueron los que tenían un mayor crecimiento de su hipocampo posterior.
La conclusión del estudio fue, sin lugar a dudas, que en cuatro años de estudio, los que aprobaron lograron aumentar la zona del cerebro necesaria para conseguir su trabajo de taxistas.
El estudio Maguire fue el escenario perfecto en el que los Neurocientíficos pudieron valorar que nuestro cerebro expuesto a diferentes estímulos y aprendizajes es capaz de modificarse, incluso, anatómicamente. Es una demostración de la plasticidad y de cómo se pueden desarrollar nuevos talentos.
El estudio, es apasionante, por que termina con nuestros pretextos, para aprender a usar la computadora, algún instrumento musical, cambiar de hábitos o aprender un idioma. La neurociencia nos dice que si ponemos emoción, empeño y le dedicamos tiempo, repetición, repetición y repetición… podemos crear nuevas redes neuronales, (aún, siendo ya mayores).
“Los últimos avances científicos demostraron que el cerebro del ser humano es “plástico”, es decir, poseemos la capacidad de adaptarnos, de aprender y de superar las limitaciones de nuestro entorno”… esto es una gran revolución. Sabíamos que las neuronas se morían y eran únicas, pero en los últimos hallazgos se ha demostrado, que al paso del tiempo, producimos nuevas neuronas y nuevas redes neuronales.
El nuevo paradigma, es que “el cerebro se hace día a día, en sentido físico-químico, como resultado de la interacción, con el medio ambiente en el que se nace, crece y se desarrolla”.
Cuando aprendemos o memorizamos algo nuevo, estimulamos la síntesis de proteínas y moléculas, que son los factores que permiten que las neuronas sobrevivan y den vida a nuevas neuronas y sinapsis. Incluso, gracias al aprendizaje se produce el nacimiento de nuevas neuronas, en áreas cerebrales específicas.
Por lo anterior, “la palanca” para el cambio está en las experiencias y el aprendizaje, que nos sirve para cambiar y transformar nuestras redes neuronales, hasta lograr una personalidad renovada.
En la medida en que podemos ser los constructores de nuestro propio cerebro, seremos capaces de influir en nuestra libertad futura. Si modificamos nuestra conciencia y aprendizaje en el presente, tendremos más capacidades, para actuar en el futuro.
Blog del Dr. Sergio Arroyo 